Escena del Crimen

Una cenicienta muerta y las once paradas del asesino. Justiniano estaba intranquilo. Todo lo que su mujer le dijo esa tarde lo dejó con mil demonios hablán­dole al oído. Lo perturba­ban, se sentía inseguro y los celos erupcionaban. Si no los sacaba fuera, estallaría.

La traumática relación clandestina entre Marta y su profesor, que ya llevaba un año, debía llegar a su fin. Pero el desenlace esa noche sería otro…

Sonia sabía que era una peligrosa determinación dejar a Julio, recordando las amenazas de venganza que recibió si hacía eso; pero ya no permitiría más abusos.

Un hilo rojo que revelaría el terrible asesinato, de una mujer que buscaba un amor.

La historia del asesinato de 3 niños coreanos y una empleada. Ocurrida en el verano del 2005, en Asunción - Paraguay.